Black as the Pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
For my unconquerable soul.
In the fell clutch of circumstance
I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeonings of chance
My head is bloody, but unbowed.
Beyond this place of wrath and tears
Looms but the horror of the shade,
And yet the menace of the years
Finds, and shall find me, unafraid.
It matters not how strait the gate,
How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate;
I am the captain of my soul.
William Ernest Henley
Siempre he pensado que los seres humanos somos víctimas de las circunstancias, de nuestro entorno, de todo eso que no pedimos, de lo que nos toco por el azar del destino. Sin embargo, en este destino hay cosas que también elegimos a pesar del entorno que nos toque y a pesar de lo que no pedimos. Tenemos alma y carácter, personalidad y fortaleza. Hay personas en las que pesan más las circunstancias que el alma y el carácter. La diferencia entre unos y otros no se cual es, pero me cuentan que es en la parte espiritual en la que radica la diferencia.
Flashes del pasado me mostraron ayer la realidad de alguien que ame profundamente y que no es una realidad sencilla, hoy me pregunto porque alguien que lo tiene todo siente un vacio una tristeza tan grande como la que el sintió… quizás es importante en la vida empezar de cero y no tener nada. Hoy me pregunto también si yo pude haber hecho algo en su momento y me entristece saber que quizás sí pero no me interesó hacerlo o simplemente no me di cuenta. Tanto lacera el carácter y la personalidad una familia llena de rencores como una aparentemente perfecta, porque al final no es el entorno, eres tú.
“Los amigos que me dieron la espalda es lo que más me duele, lo que no he podido superar, pero eso por el momento es algo en lo que no puedo ocuparme, tengo primero que sanar y seguir adelante”. Como quisiera abrazarle y hacerle sentir que todo estará bien, pero no lo sé solo sé que no arriesgamos mucho en su momento y hoy pienso que tal vez eso fue un error.
Gracias doy por mi alma inconquistable, gracias doy por mis instintos y gracias doy porque aún esté vivo y saliendo adelante ese hombre que algún día ame tanto y que me amó. Gracias doy por lo tengo y por lo que no. Las cosas pasan por algo cada vez, aunque en su momento no lo entienda, hoy entiendo algo que paso hace ya 8 años. Hoy entiendo y aprendo una lección que les comparto, no olvidemos alimentar el espíritu, porque el alma es lo único, créanme, lo único que queda al final, cuando estas solo, cuando todos, incluso tu mismo, te dan la espalda.
Qué bonita es la vida por Dios!, Soy el capitan de mi alma! (y si, ayer tambien vi invictus...)