Aunque ya había hablado del libro que le da título a mi blog anteriormente lo voy a retomar pues ayer me hicieron una pregunta que me dejo pensando ¿Por qué batallas en el desierto? *no lo se* contesté, sin embargo no es que no lo sepa es que no quería pensarlo en ese momento, desierto era el patio con arena rojiza del colegio del protagonista, el jugaba en ese patio con sus compañeros de otras razas, nos muestra como “El amor es una enfermedad en un mundo en que lo único natural es el odio”, un mundo de un niño que no entiende a los adultos y un mundo de adultos que no entienden al niño, buscando un poco de comentarios me dicen las letras que el libro “critica a un México pasado y oscuro del que nadie puede tener nostalgia, el México de los años 40’s”, sin mas solo puedo decir que me gusta, el sencillo, el ligero un libro que puedes leer de una sentada y que te deja un buen sabor de boca al final, ese tipo de lecturas me gustan, y también me gustan los libros que hablan en primera persona. “Repetía su nombre como si el pronunciarlo fuera a acercarla"
José Agustín, es otro autor contemporáneo de Jose Emilio Pacheco que me gusta mucho, “Luz interna” y “Luz externa” son excelentes, sin embargo dicen que la “La Tumba” es su mejor obra y he tenido oportunidad de leerla, próximamente la compraré, realmente creo que valdría la pena, aquí les dejo la letra del bolero mencionado en las batallas del desierto y que aunque en realidad yo lo conocí por Café Tacuba, es un bolero de los años 40 llamado Obsesión de Pedro Flores, compositor Puertorriqueño.
Por alto esté el cielo en el mundo
por hondo que sea el mar profundo
no habrá una barrera en el mundo
que mi amor profundo no rompa por ti.
Amor es el pan de la vida
amor es la copa divina
amor es un algo sin nombre
que obsesiona al hombre por una mujer.
Yo estoy obsesionado contigo
el mundo es testigo de mi frenesí
y por más que se oponga el destino s
erás para mi, para mí.
Por alto esté el cielo....
“Lo más cercano a la producción dirigida y entendida por jóvenes aparecía en México en la década de los 60, la llamada novela de la Onda.”
“La palabra Onda surge de un grupo de escritores jóvenes que se distinguieron por el lenguaje que se valía de la jerga juvenil, la actitud del narrador, de los temas y las técnicas narrativas. Sus principales exponentes fueron José Agustín y Gustavo Sainz (Gazapo). La edad de estos escritores es uno de los puntos que los distingue: Agustín contaba con 20 años cuando salió su novela La tumba, que presenta al igual que su obra De Perfil a dos adolescentes que narran los sucesos cotidianos de sus años de adolescencia.”
“Hay otras producciones que en un principio no fueron dirigidas para los jóvenes pero que por su temática o tipo de personajes diseñados han sido bien recibidos por los chicos, como La ley de Herodes de Jorge Ibargüengoitia; Confabulario de Juan José Arreola; Canasta de Cuentos mexicanos de Bruno Traven; Batallas en el desierto de José Emilio Pacheco; El llano en llamas de Juan Rulfo; Asalto al Infierno de Óscar de la Borbolla; Doce juegos en contra de Bárbara Jacobs, entre muchos de otros.”
“Lo más cercano a la producción dirigida y entendida por jóvenes aparecía en México en la década de los 60, la llamada novela de la Onda.”
“La palabra Onda surge de un grupo de escritores jóvenes que se distinguieron por el lenguaje que se valía de la jerga juvenil, la actitud del narrador, de los temas y las técnicas narrativas. Sus principales exponentes fueron José Agustín y Gustavo Sainz (Gazapo). La edad de estos escritores es uno de los puntos que los distingue: Agustín contaba con 20 años cuando salió su novela La tumba, que presenta al igual que su obra De Perfil a dos adolescentes que narran los sucesos cotidianos de sus años de adolescencia.”
“Hay otras producciones que en un principio no fueron dirigidas para los jóvenes pero que por su temática o tipo de personajes diseñados han sido bien recibidos por los chicos, como La ley de Herodes de Jorge Ibargüengoitia; Confabulario de Juan José Arreola; Canasta de Cuentos mexicanos de Bruno Traven; Batallas en el desierto de José Emilio Pacheco; El llano en llamas de Juan Rulfo; Asalto al Infierno de Óscar de la Borbolla; Doce juegos en contra de Bárbara Jacobs, entre muchos de otros.”
1 comentario:
Yo tuve la oportunidad de leerlo, lo confieso, en unas copias fotostáticas. Igual que a ti, me encantó y terminé mi batalla personal como en 30 minutos.
Creo que si bien, la época, como dices, no es muy nostálgica, los personajes si los son. José Emilio le dió una atmósfera que a mi, por lo menos, si me provoca algo de añoranza, igual es porque yo no lo viví.
Saludos amiga bloggera.
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