miércoles, enero 24, 2007

Vivir para siempre

Una dama comía y bebía alegremente y tenía cuanto puede anhelar el corazón, y deseó vivir para siempre. En los primeros cien años todo fue bien, pero después empezó a encogerse y a arrugarse, hasta que no pudo andar, ni estar de pie, ni comer, ni beber. Pero tampoco podía morir. Al principio la alimentaban como si fuera una niñita, pero llegó a ser tan diminuta que la metieron en una botella de vidrio y la colgaron en una iglesia. Todavía está allí, en la iglesia de Santa María. Es del tamaño de una rata y una vez al año se mueve.

2 comentarios:

tipito X dijo...

¡¿De verdad?!

Anónimo dijo...

y pase, y me arrancaste mas de un suspiro y muchas sonrisas... que placer leerte, tenía tanto q´no....

tequero



alf